Prevención del infarto de miocardio

El corazón es un músculo que bombea sangre a todos los rincones del cuerpo humano. Está compuesto por cuatro cavidades separadas, dos aurículas y dos ventrículos. Entre las cuatro cavidades se encuentran las válvulas que permiten que la sangre fluya en una dirección, siempre para adelante. Con cada latido, el ventrículo derecho bombea sangre desoxigenada a los pulmones mientras el ventrículo izquierdo bombea sangre oxigenada en las arterias para que circule por el cuerpo. El corazón depende de que le llegue sangre oxigenada desde las arterias coronarias (las que rodean el corazón) para obtener el oxígeno y nutrientes que necesita. Si las arterias coronarias están constreñidas por la arterioesclerosis (depósitos grasos en las paredes arteriales), un émbolo (un trozo de tejido o una burbuja de aire en la arteria), o un trombo (un coágulo arterial), el corazón se queda sin oxígeno suficiente y sobreviene un ataque cardíaco.

Al fumar, una persona inhala más de 4.000 sustancias químicas, incluyendo la nicotina, una sustancia tremendamente adictiva que aumenta los niveles de varios químicos cerebrales asociados con la sensación de placer, como la serotonina, la dopamina y la norepinefrina. El tabaco se ha utilizado durante siglos para modificar el estado de ánimo y se ha ingerido de varias maneras, entre ellas masticado, aspirado por la nariz y fumado. En la actualidad, el tabaco se consume especialmente fumando cigarrillo.
Los riñones eliminan las materias de desecho del cuerpo, mantienen el equilibrio químico del organismo y contribuyen al equilibrio del agua en el mismo. Son varias las enfermedades que pueden afectar a los riñones. Los riñones pueden sufrir daño por exposición a algunos medicamentos o toxinas, entre ellos metales pesados, solventes, agentes quimioterapéuticos, veneno de serpiente o de insecto, hongos venenosos y pesticidas. La alteración de la función renal también puede deberse a otras enfermedades, como diabetes, lupus, hipertensión crónica, anemia de células falciformes (sicklecell anemia) y enfermedades del hígado.
